Cuenta el aleteo de las mariposas cuando necesites saber la hora exacta de la llegada; escucha con cuidado los rumores que traen los bosques, antes de que llegue el frío. Cuando estemos tranquilos, solos, tal vez te cuente acerca de lo que es estar tan lejos y tan cerca y tan en todas partes... Siéntate a escuchar cada una de las corrientes del río y no desesperes porque se me hace tarde. Escucho todos sus suspiros; sus palabras y encantamientos; soy fantasía, anhelo, realidad y ensueño. Cuenta el aleteo de los colibríes; define el color de las libélulas! Háblame quedito, como lo haces cuando nadie te escucha. Háblame del bosque y de las montañas, no sientas el piso bajo tus piés; ni el peso de las penas en los hombros. Recítame tus poemas, cántame canciones con voz de búho y así reírme de tí. Cuéntame de Dios, del mundo del calor que me prometes. No tengo miedo, ni tengo prisa... Cuenta el gusto que sientes y no los minutos... No cuentes los minu...
Cuentos y poesía por Liliana Kriegs: de los demonios, de los tiempos, del alma incesante.