Estamos comprometidos no sólo con nosotros mismos, sino con la historia, con los nuestros, con el futuro. Se han luchado años a favor de la democracia. Hemos peleado y pedido libertad de expresión y pensamiento... Cuando se trata de tomar decisiones, tenemos que levantar la voz. Opinar no es levantar la voz; entregar nuestro voto sí lo es . La verdadera dictadura de la que hemos de liberarnos es aquella de la apatía; la de la ignorancia y la desesperanza. No importa lo que digan los medios de comunicación, lo que cuente el vecino, el patrón, los padres o los amigos. Lo que importa es que tomemos decisiones en cuanto a los compromisos a los que queremos llegar levantando la voz. No olvidemos que nuestro país sigue siendo una república; que la democracia se vive, no se habla. Tomemos la responsabilidad de entregarles a nuestros hijos un país mejor. Pongamos el ejemplo no quedándonos callados y opinando donde nadie nos escuche. Si no entendemos las propuestas de los...
Cuentos y poesía por Liliana Kriegs: de los demonios, de los tiempos, del alma incesante.