Los rezos son los mejores momentos del día. Cuando la casa duerme y los rincones empolvados no respiran. Las manos tocan la pared. El demonio la siente estremecer de cansancio. La vida es triste cuando no se siente nada. Triste aunque la tristeza ya no se sienta. Triste aunque el demonio lo llene todo y no se lleve nada. La esperanza de que algo pase es algo que tampoco se siente. La espera sí. Duele en los huesos. El demonio ha sacudido los estantes varias veces. Pero no ha querido mirar abajo de la cama. La cama que huele a terrores nocturnos, insomnio y silencios obscenos. El demonio chasquea la lengua y se sienta a mirarla. Se le han apagado los ojos. Está sola. La piel tan transparente y el pelo quebrado. La había seguido hacía una eternidad para robarle un poco de la luz que la cubría. La luz se fue apagando y el demonio no se dio cuenta cuándo. Tan llena de vida.La sonrisa tan plena. Y ahora tan serena, tan inexplicable. Fatigada y a la vez con las energías g...
Cuentos y poesía por Liliana Kriegs: de los demonios, de los tiempos, del alma incesante.